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miércoles, 21 de julio de 2010

Los Arquetipos de la Seduccion




Hoy vamos a empezar a tratar un tema bien interesante y que muestra a la seducción como un proceso que vas mas allá del sargeo y de andar pidiendo teléfonos en la calle, vamos a empezar a hablar sobre los temas expuestos en el libro de Robert Greene llamado “El Arte de la Seducción”. Este libro nos muestra los nueve arquetipos de la seducción y el ultimo arquetipo mostrado es el Antiseductor que son las formas de pensar y de comportamiento que debes evitar.

Los Arquetipos a tratar son los siguientes:

La Sirena: es la máxima figura de la fantasía masculina, porque brinda una liberación total de las limitaciones de la vida.

El Libertino: es una de las grandes figuras de la femenina, cuando desea a una mujer, por breve que pueda ser ese momento, ira hasta el fin del mundo por ella.

El Amante Ideal: Este arquetipo se sumerge en tus pensamientos, y refleja tu fantasía, es experto en crear la ilusión que necesitas.

El Dandy: Los dandys nos excitan porque son inclasificables, y porque insinúan una libertad que deseamos. Juegan con la masculinidad y la feminidad; inventan su imagen física asombrosa siempre.

El Candido: El candido personifica las añoradas cualidades de la infancia, espontaneidad, sinceridad, sencillez.

La Coqueta: Los coquetos azuzan con una promesa de premio (la esperanza de placer físico, felicidad, fama por asociación, poder) que resulta elusiva, pero que solo provoca que sus objetivos la persigan mas.

El Encantador: El encanto es la seducción sin sexo. Los encantadores son manipuladores consumados que encubren su destreza generando un ambiente de bienestar y placer.

El Carismático: El carisma procede con una cualidad interior (seguridad, energía sexual, determinación, placidez) que la mayoría de la gente no tiene y desea.

La Estrella: La vida diaria es dura casi todos buscamos incesantemente huir de ella en sueños y fantasías. Las estrellas aprovechan esta debilidad, al distinguirse de los demás por su atractivo y característico estilo nos obligan a mirarlas.

El AntiSeductor: Son inseguros, ensimismados, e incapaces de entender la sicología de otra persona, literalmente repelen. Los antiseductores no tienen conciencia de si mismos y jamás reparan en cuando fastidian, imponen, hablan demasiado. Erradica de ti los rasgos antiseductores y reconócelos en otros, tratar con un antiseductor no es placentero ni provechoso.

Robert Greene nos explica en su libro de donde proviene la seducción, nos muestra como hace miles de años el poder se conquistaba mediante la violencia física, y se mantenía con la fuerza bruta. Solo unos cuantos selectos tenían poder, pero en este esquema de cosas nadie sufría mas que las mujeres. No tenían ninguna manera de competir, ningún arma a su disposición con que lograr que un hombre hiciera lo que ellas querían, política, socialmente y aun en el hogar.
Claro que los hombres tenían una debilidad: el deseo sexual. Una mujer siempre podía jugar con ese deseo, pero una vez que el hombre lo obtenía este recuperaba el control. Y si ella negaba el sexo el simplemente podía mirar a otro lado o ejercer la fuerza.
Pero hubo algunas mujeres que tenían tantas ansias de poder que mediante su inteligencia y creatividad inventaron una manera de alterar completamente esta dinámica. Estas mujeres (como Betsabé, del Antiguo Testamento, Helena de Troya, la sirena China Hsi Shi, y la más grande de todas, Cleopatra) inventaron la seducción. Primero atraían a un hombre por medio de una apariencia tentadora, para lo que ideaban su maquillaje, mediante ello simulaban a las diosas, por lo que excitaban la imaginación de un hombre, estimulando así el deseo no solo de sexo, sino también de algo mayor: la posibilidad de poseer una figura de sus fantasías. Una vez que obtenían el interés de sus victimas estas mujeres los hacían dejar el mundo masculino de las guerras y los llevaban a su propio mundo femenino, una esfera de lujo y placer (Por ejemplo Cleopatra indujo a Julio Cesar a viajar por el Nilo). Los hombres se aficionaban a esos placeres sensuales y refinados, estos grandes generales no paraban de pensar en estas Diosas terrenales, hasta que se enamoraban. Pero después, invariablemente, las mujeres se volvían frías e indiferentes, de tal manera que confundían a sus victimas. Justo cuando los hombres querían mas les eran retirados sus placeres. Esto los obligaba a perseguirlos, y a probarlo todo para recuperar los favores que alguna vez habían saboreado, con lo que se volvían débiles y emotivos. Los hombres dueños de la fuerza física y el poder social (como el Rey David, el troyano Paris, Julio Cesar, Marco Antonio, y el rey Fu Chai) se veían convertidos en esclavos de una mujer.

Los hombres no se interesaban tanto de un arte tan frívolo como la seducción, hasta el siglo XVII que ocurrió un gran cambio se empezaron a interesar en la seducción como medio para vencer la resistencia de las jóvenes al sexo.
En el siglo XIX sucedió otro gran cambio: políticos como Napoleón se concebían como seductores a gran escala. Estos hombres dependieron del arte de la oratoria seductora, pero también dominaron las estrategias alguna vez consideradas femeninas: montaje de grandes espectáculos, uso de recursos teatrales, creación de una intensa presencia física. Todo esto, aprendieron, era (y sigue siendo) la esencia del carisma. Seduciendo a las masas, pudiendo acumular inmenso poder sin el uso de la fuerza. En este momento hemos llegado al punto máximo de la seducción. Hoy más que nunca se desalienta la fuerza o la brutalidad de cualquier clase. Todas las áreas de la vida social exigen la habilidad para convencer a la gente sin ofenderla ni presionarla.
Los seductores analizan lo que sucede cuando le gente se enamora, estudian los componentes sicológicos de ese proceso: que espolea la imaginación, que fascina. Por instinto y práctica dominan el arte de hacer que la gente se enamore. Como sabían las grandes seductoras una persona enamorada es emotiva, se rinde más fácil, es manejable y más fácil de engañar.
Los seductores tienen una perspectiva bélica de la vida. Imaginan a cada persona como una especie de castillo amurallado que sitian. La seducción es un proceso de penetración: primero penetran la mente del objetivo, su inicial estación de defensa (entrando en su mente se saca al objetivo de su modo lógico y se lo transporta a un estado favorable para nosotros). Una vez que los seductores han penetrado la mente, logrando con ello que su objetivo fantasee con ellos, es fácil reducir la resistencia y causar la rendición física. Los seductores no improvisan, no dejan nada al azar en este proceso. Como todo buen general, hacen planes y estrategias, con la mira puesta en las particulares debilidades de su blanco.

En el libro que estudiaremos de Robert Greene “El Arte de la Seducción” se ideo para ofrecerte las armas de persuasión y el encanto, a fin de que quienes te rodean pierdan poco a poco su capacidad de resistencia sin saber como ni porque.
Toda seducción tiene dos elementos que debes analizar y comprender: primero, tú mismo y lo que hay de seductor en ti (o sea tus actos y tus pensamientos que te hacen formar tu arquetipo de seducción); y segundo, tu objetivo (mujer a seducir) y las acciones que penetraran sus defensas y producirán su rendición. Ambos lados son igualmente importantes.
Si planeas sin prestar atención a los rasgos de tu carácter que atraen a los demás, se te vera como un seductor mecánico, falso y manipulador. Si te fías de tu personalidad seductora sin prestar atención a la otra persona, cometerás errores terribles y limitaras tu potencial.
Por consiguiente “El Arte de la Seducción” se divide en dos partes, en la primera La Personalidad Seductora, se describen los nueve tipos de seductor, además del Antiseductor. Estudiar estos tipos te permitirá darte cuenta de lo inherentemente seductor en tu personalidad, el factor básico de toda seducción. La segunda parte, El Proceso de la Seducción, incluye las veinticuatro maniobras y estrategias que te enseñaran a crear tu hechizo, vencer la resistencia de la gente, dar agilidad y fuerza a tu seducción e inducir rendición en tu objetivo.
Las ideas y estrategias del Arte de la Seducción se basan en las obras y relaciones históricas de los seductores más exitosos de la historia. Entre esas fuentes se cuentan las memorias de los seductores (Casanova, Errol Flynn, Natalie Barney, Marilyn Monroe); Biografías de (Cleopatra, Josefina Bonaparte, Jhon F. Kennedy, Duke Ellington). Al poner en práctica las lecciones que nos enseña Robert Greene, seguirás la senda de los grandes maestros de este arte.
En los siguientes capítulos estudiaremos uno a uno los Arquetipos, siendo mas detallados en su contenido, y tu lector debes buscar con cual Arquetipo te identificas para poder explotarlo al máximo, generalmente tienes una parte de un Arquetipo y parte de otro (por ejemplo 30% carismático 70% amante ideal; o 40% rebelde y 60% coqueto), muy difícil es que solo seas un prototipo en particular.

Saludos y Exitos!!
Assartist@hotmail.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial Antuan muy buena la publicacion!! segui asi man!

Anónimo dijo...

Me encanto la publicacion, espero los arquetipos para ver cual me queda.
Un abrazo desde Bolivia!